2/7/13

De vuelta a Europa ¿para siempre…?

Éste ha sido un año de incertidumbre. Tras siete años en Estados Unidos he vuelto a Europa. La incertidumbre se hace del todo evidente cuando uno no sabe cómo responder a las preguntas más obvias. ¿Y a partir de ahora qué? ¿Dónde vas a vivir? ¿Te quedas en Valencia para siempre? “Para siempre”. ¡Qué alergia me da esa expresión!
Con nuestro país a punto de cerrarse por derribo, parecía una locura volverse. En St. Louis –ciudad a la que he llegado a querer tanto como a mi Valencia natal, a pesar de todas sus carencias- me ganaba la vida confortablemente trabajando de profesor a media jornada y dibujando la otra media. Una situación en principio idónea para un artist a, porque permitía combinar el tiempo para crear con la seguridad económica. No obstante, esta situación no estaba exenta de peculiaridades que jugaban en mi contra. Mientras vivía y trabajaba en St. Louis publicaba en España. Cierto que tenía encargos de ilustración a nivel local en EEUU (nunca buscados de forma activa), pero mi trabajo más importante hasta ahora, que es la serie de Actor Aspirante, ha salido únicamente en España. Con lo cual yo era un autor completamente español, en el sentido de que sólo publicaba en España, con una editorial española, pero vivía a tres aviones de mis lectores. Las desventajas eran obvias: no podía hacer presentaciones, no podía ir a los salones, no podía promocionar, etc… Me perdí, por ejemplo, el Salón de Barcelona el segundo año que fui nominado a “autor revelación”.

¿Y ya que estás en EEUU, por qué no publicas allí? La cuestión no es tan fácil. La primera y más obvia es que el tipo de material que se publica en EEUU no se corresponde con lo que yo estaba produciendo. Excepto Drawn & Quartelry y Fantagraphics, que tienen las agendas más que repletas, el resto de editoriales de producción regular, publican casi exclusivamente obras de género. Luego está el tema de las distancias. Viviendo en St. Louis uno se encuentra tan lejos de Seattle o de Montreal como un valenciano de Moscú. Y si al final todo el contacto se va a limitar al e-mail, ¿qué ventaja tiene estar viviendo en el mismo país? Con todo, estas desventajas no me han impedido vivir en EEUU siete años estupendos en los que me he podido desarrollar como dibujante sin las presiones propias del profesional. Y quizás la locura sea no tanto volver a Europa sino abrazar esas presiones y dedicarme en exclusiva a esto de dibujar.

En la próxima entrada profundizaré un poco sobre las razones que me han llevado a cruzar el Rubicón (o más bien el Atlántico). ¡Hasta pronto!

2 comentarios:

pacozarco dijo...

Estupenda idea. Los dibujantes que no hemos salido de la terreta (como yo) seguro que te agardecemos que compartas tus experiencias. Un abrazo, Max.

Max Vento dijo...

Gracias, Paco. Dentro de poco la segunda parte.