25/4/22

Nominado en el Salón del Cómic 2022

 


El jueves, Cristina Broquetas y yo estábamos atrapados en un atasco en el centro de París dentro de un taxi que no era un taxi, con serias dudas de si llegaríamos a tiempo a nuestro vuelo de vuelta a Barcelona. Previamente, el metro se había cancelado por no se sabe qué motivo (un ganso cruzando la vía o algo) y los taxis que sí eran taxis no nos querían llevar: “Demasiado tráfico, monsieur”. “Désolé, madame”. Y fue allí, estancados en mitad del embotellamiento, entre pitos de claxon y ruidos de tubos de escape, cuando a Cris le llegó un whatsapp de nuestro amigo Miguel Sánchez compartiendo la noticia. El notición, más bien:

Nominados a MEJOR CÓMIC INFANTIL/JUVENIL en el Salón de este año. 
“Claudio y Lucía contra la agencia FAKE” de Cris Broquetas y Max Vento.



Choques de manos, abrazos, gestos de entusiasmo. Podéis imaginar la expresión de confusión del taxista que no era taxista.

La primera vez que me nominaron -esta es la tercera-, no recuerdo cómo recibí la noticia. Un correo, imagino. Fue a finales de mayo del 2009 y todavía vivía en EEUU. Acudí al Salón un día más tarde de lo previsto por la cancelación de uno de los tres vuelos que tenía que coger desde St. Louis . Por suerte, llegué a tiempo a la ceremonia y, aunque no gané el premio a “Mejor Autor revelación” (fue Pere Mejan por la “Revolución de los pinceles”, si no me equivoco), guardo un recuerdo maravilloso del Salón de 2009. Fue mi primera vez como autor con dos obras en el mercado (el segundo tomo de ‘Actor Aspirante’ se publicaba, precisamente, ese mismo mes y el primero, todavía tenía un puesto destacado en la Fnac ), me alojaba en un hotel pagado por la organización, solo dos años después de haber ido comprando una entrada y alojándome en una pensión.

Una anécdota curiosamente premonitoria de ese verano del 2009. @dolmeneditorial organizó unas firmas que compartí con Guillem Dols (bastante divertidas), en la librería Antifaz, en Barcelona. Todavía está en una de sus paredes un garabato de aquella jornada, en 2009. Lo veo de vez cuando voy a comprar alguna novedad. Ahora que vivo justo enfrente.