27/6/08

The Stranger


Me ha parecido muy buena la portada de la revista The Stranger, ilustrada por Paul Hoppe. Puedes ver más portadas de este semanario de Seattle haciendo click aquí. Si tienes curiosidad, también es recomendable la visita a la página de Paul Hoppe.

Portadas de libros

Julia Rothman tiene un blog en el que muestra libros especialmente interesantes por su diseño. Haz click en la imagen para acceder.

También es recomendable la visita a su web personal y a la de la compañía para la que trabaja, cuya página es toda una lección de cómo diseñar en flash.

25/6/08

Sobre críticas y críticos. (2)

El dibujante de cómics Sergio Bleda reflexiona sobre este tema:

Mi reacción ante las críticas.

La verdad es que soy un autor muy poco criticado. En revistas especializadas y en Internet he encontrado más reseñas que críticas en profundidad (quizá no he buscado demasiado bien) y, la verdad, una reseña poco puede influirte. Ahora bien, hay un tipo de crítica que tengo muy en cuenta y que sí me influye, y es la de amigos a los que admiro, respeto y a los que enseño mi trabajo antes incluso de que sea publicado.

Siempre trato de que este tipo de cambios (en la forma de trabajar) vengan motivados por el tipo de estilo que más se adapta al tipo de historia que quiero contar en cada momento, no por lo que le haya parecido a nadie mi obra anterior.

Así que, de modo consciente, debo decir que no, nunca (ha influido una crítica en mi trabajo). De modo inconsciente, ¿quién sabe?


El trabajo de los críticos.
Por desgracia no creo que exista en España una crítica profesional. Hay algunos críticos como Manuel Darías, Álvaro Pons, Toni Guiral y algún otro que podrían ser considerados serios, aunque me temo que para pagar sus facturas, tienen que compaginar la crítica de historietas con otra profesión. Su trabajo me parece excelente y muy respetable, desde luego, a pesar de que no siempre comparto sus opiniones ni sus gustos.

Supongo que para alguien que necesita ser orientado los críticos son muy útiles. Personalmente nunca he necesitado que un crítico escriba que un cómic está muy bien para comprármelo, desde luego. También podríamos hablar de los miles de aficionados que, con mayor o menor fortuna, escriben en sus blogs sobre el último cómic que se han leído, pero, a pesar de que todas esas opiniones son muy respetables, no consideraría a estas personas como críticos. Eso ya es otro cantar.

Evidentemente, alguno acabará convirtiéndose en toda una eminencia cuyos artículos haya que tener en cuenta, pero, probablemente, sean muy pocos los blogueros que lleguen a eso.

Resumiendo, no hago demasiado caso a los críticos ni a los blogueros cuando estoy trabajando en el tablero, pero me alegra que estén ahí porque siempre es agradable poder leer diversas opiniones y puntos de vista sobre tu trabajo y sobre el de los demás.

Pincha aquí para acudir al blog de Sergio Bleda
Pincha aquí para ver la ficha del autor en La Guía de Cómic y aquí para ver su biografía en Wikipedia

23/6/08

HERGÉ fue acusado de colaboracionismo. Edgar, un tipo robusto, se trasladó a su casa para defenderle.

Georges y Edgar fueron amigos del alma, aunque no quisieran verse. Se conocían demasiado. Uno de ellos, Georges, se hizo famoso, importante. Georges se convirtió en el jefe, el censor, el vigilante celoso de su propio prestigio. Y no tendió la mano a Edgar cuando éste, hundido, le pidió ayuda. Cosas que pasan.
Así comienza La Marca Amarilla, un artículo que El País de hoy dedica a la relación entre Hergé y Edgar Pierre Jacobs. Pincha aquí para leerlo.

21/6/08

Sobre críticas y críticos. (1)


Xian me preguntaba en una de las entradas sobre mi reacción ante las críticas -positivas o negativas, se entiende-. "¿Has cambiado tu forma de trabajar o reconsiderado aspectos del segundo volumen de Actor Aspirante, (que estoy dibujando actualmente) como consecuencia de alguna crítica?" El sentido común recomienda tener una actitud abierta ante las opiniones razonadas, sin que eso suponga cambiar tu personalidad como artista. Cuando se trabaja en un proyecto largo es inevitable desarrollar una relación de afecto con el mismo. Los personajes, las situaciones, las imágenes te acompañan durante largo tiempo y forman parte de tu vida cotidiana. Por eso es difícil abordar tu obra de forma objetiva nada más terminarla. Sólo la perspectiva que da el tiempo permitirá distinguir esos aspectos de la crítica sobre los que hay que dejarse aconsejar, de aquellos que están basados en la concepción estética, la personalidad, las experiencias, en definitiva, los gustos de la persona que reseña. Si algo me faltaba cuando Actor Aspirante empezó a ser reseñada era tiempo y perspectiva. La segunda parte estaba ya muy avanzada (no tanto en dibujo, pero sí en guión, storyboard y bocetos) y habría sido una locura cambiar un proyecto que tenía muy atado. En ese sentido, la respuesta a Xian es no. No hay nada en la segunda parte de Actor Aspirante que esté influenciado por lo que se ha escrito de la primera. No sé si es una suerte o una desgracia. Se verá con el tiempo.

En cualquier caso, el tema me pareció lo suficientemente interesante como para preguntar a otros autores. ¿En qué medida les ha influenciado la crítica? En próximas entradas iré poniendo las respuestas que recibí de varios autores y de otras personas a las que he preguntado. Espero que sigáis el debate con interés.

20/6/08

Marjane Satrapi en St. Louis.

En otoño de 2006 tuve la oportunidad de asistir a una conferencia que Marjane Satrapi dio St. Louis y mantener un pequeño intercambio de palabras al final de la misma. A raíz de esta charla, escribí este pequeño artículo para el blog de la AACE. Josep de Haro se hizo cargo de la maquetación.


MARJANE SATRAPI en ST. Louis

Por Max Vento.

Los aficionados al cómic que vivimos en St. Louis, hemos tenido la suerte de que la autora de Persépolis haya sido invitada por la Washington University y por la librería Left Bank Books a dar dos conferencias con motivo de su última obra, Pollo con ciruelas.

En la estupenda velada que pasamos con ella, tuvimos la oportunidad de conocer su opinión acerca de los temas más variados: el potencial de la historieta como medio de comunicación, la situación política actual, su filosofía de vida… Además nos hizo saber que el proyecto de adaptación al cine de Persépolis ya está en marcha


Una vista general de la librería Left Bank Books



satrapi
Viñetas de Persepolis.



libreria
Otra vista general de la librería.




Plano del salón de actos ante de comenzar.




Marjane en plena charla.




Portadas de Persepolis.




El publico asistente.





Otro plano de Satrapi en plena acción.




Al finalizar el acto dedicando libros e intercambiando ideas.


Marjane al desnudo.

A Marjane Satrapi le molestó un artículo que el semanario del New York Times publicó a raíz del éxito de su obra Persépolis. Esta entrevista fue para ella “una monumental pérdida de tiempo.” “Después de una hora de entrevista, leí un artículo que se centraba en que fumo mucho, visto de negro y me rasco la cabeza al hablar.” Sin embargo, en su caso, es difícil separar las ideas o la obra de la propia persona, porque Marjane Satrapi habla como escribe y dibuja: con espontaneidad y con un humor tierno y punzante, que no llega al cinismo.

La conferencia que dio en la librería Left Bank Books (la única librería independiente de St. Louis), fue interesante y divertida. Marjane Satrapi hizo gala de un dominio de la escena y de una fluidez sorprendente a pesar de que, según dice, “el inglés no es la lengua que mejor domino”. Su charla estuvo cargada de anécdotas. Estas son para ella, “la mejor manera de hablar de temas más amplios”, una fórmula aprendida de El ladrón de bicicletas, la película que más le ha impresionado, y que Marjane Satrapi aplica para tocar los temas más diversos: En Bordados, una reunión de mujeres sirve de excusa para poner en entredicho las sociedades patriarcales, que según cree, “son responsabilidad tanto de los hombres como de las mujeres.” En Persépolis, la revolución islámica en Irán está contada a través de las pequeñas anécdotas de su niñez. En Pollo con Ciruelas, también se sirve de anécdotas sobre su tío –un conocido músico iraní- para reflexionar sobre el amor o el placer.

Y es que para ella, la búsqueda del placer y el romper las normas (“las reglas son para los idiotas, le decía su abuela) es toda una filosofía de vida. “Ahora te dicen que no puedes fumar porque da cáncer ni comer lo que te apetece porque tiene colesterol. Y yo me pregunto, ¿qué sentido tiene vivir sin las cosas que a uno le dan placer?” A raíz de esto, recuerda que, mientras Teherán estaba asediada por los bombardeos, su familia “organizó más fiestas que nunca.” “El hecho de poder reunirnos y pasarlo bien, era una cuestión de supervivencia.”

Probablemente, en esa búsqueda del placer tenga en contra a las personas que para ella son más antagónicas: los fanáticos. “Esa minoría capaz de todo por una idea.” En ese sentido, pone a los fanáticos cristianos y musulmanes en el mismo saco: “El gobierno iraní dice luchar contra el mal, al igual que el estadounidense. Ambos tratan de convencernos de que Dios está de su lado.” La situación parece más enconada que nunca, sin embargo ella no pierde una esperanza que pasa por la “educación y la tolerancia.” “En todos los países en los que he estado, me he podido entender con la gente culta y educada. La cultura da una base con la que empezar la comunicación.”

A pesar de haber ido acumulando historias a lo largo de los años a base de “escuchar a los adultos”, le costó encontrar el medio adecuado. “No provengo de una cultura del cómic. Hay compañeros que sabían que querían hacer cómics a los cinco años. Entonces yo quería ser muchas otras cosas.” Todo cambió, el día que le regalaron Maus de Art Spiegelman. Después de quedar profundamente afectada por su lectura, entendió que el cómic era un vehículo apropiado para contar cualquier historia. A partir de ahí, empujada por varios amigos que trabajaban en un estudio, rumió la idea de relatar todo lo que había vivido. “Cada vez que me ponía a hablar de Irán ellos me decían ‘¡no nos lo cuentes, escríbelo!’. ¡Probablemente estaban hartos de mis historias!” Aun así, al principio, tenía algunas reticencias. “Al conocer a otros dibujantes, me di cuenta de que el cómic era una actividad que requiere un grado de obsesión que yo no creía tener. Hay que dedicar a ello cantidades ingentes de esfuerzo. Después de veinte ilustraciones he terminado libro de cuentos, pero únicamente llevo cinco páginas de un cómic. ¡Y mis cómics tienen unas doscientas…! Sin embargo, al dibujar Persépolis me di cuenta de que yo también soy una persona bastante obsesiva. En ese sentido, el cómic me ha ayudado conocerme a mi misma.”

No solo se ha conocido a sí misma. Su cómic nos ha dado la oportunidad a los lectores de conocer mejor a esta Iraní de antepasados ilustres (su bisabuelo fue el último rey de la dinastía persa de los Qadjar, su abuelo primer ministro de Persia…). “Gracias a este medio”, dice “he logrado mi historia sin que nadie me interrumpa.”
Y es que una vida tan azarosa ha dado para muchas páginas de cómic y puede dar para muchas más. Sin embargo, ante la pregunta de si hubiera cambiado todas estas historias por haber tenido una infancia más feliz no tiene dudas: “Sí.”

Una dibujante entre escritores.

El hecho de haber sido invitada por una librería generalista y por una universidad famosa por su departamento literario –que comienza esta primavera un curso que trata la novela gráfica-, tenía un alto valor simbólico para los que defienden el cómic como forma artística y literaria. Por fin una dibujante estaba incluida en un ciclo de conferencias literarias y su nombre aparecía en el catálogo al mismo nivel que otros novelistas y poetas. Probablemente, para que no desentonase demasiado junto a esas elevadas compañías, se la define en dicho catálogo como “graphic novelist” (novelista gráfica). Este término, de reciente invención, pretende darle al oficio de autor de cómics una aureola de dignidad imprescindible para entrar dentro del selecto club de la cultura “seria”. Para que se le preste atención, el cómic ha tenido que ponerse una careta, que renunciar a su nombre. Como no se trataba de tebeos, sino de arte, el público que abarrotaba la sala de Left Bank Books se parecía muy poco a lo que se ve en las convetions (salones del cómic) americanas. Adulto, bastante heterogéneo, con la sorprendente predominancia de mujeres.

La persona encargada de introducir a la conferenciante, elogió las cualidades graficas y literarias de sus obras, refiriéndose a ellas con el termino “novelas”. Sin embargo, nada más empezar, Marjane Satrapi se apresuró a revindicarse como autora de cómics ya que para ella el término “novela gráfica” no es más que una forma de disculpa que no se da en otros medios. “La palabra cine, no implica una temática ni un género. Tanto las películas de John Ford como las Schwarzenegger son cine. En el cómic pasa lo mismo. Las obras cumbre y las de poca calidad pertenecen al mismo medio, por lo tanto no han de llevar nombres distintos.”

Esta necesidad constante de justificación, hace que tenga que responder muchas veces a la pregunta: “¿por qué hace usted cómics y no libros?” Para ello, Satrapi tiene una doble respuesta: la primera y más obvia es que rechaza este tipo de pregunta. “A otros artistas no se la hacen. ¿Le preguntarían a un pintor la razón por la qué no hace películas? ¿Le sugerirían a un novelista que dedique a la danza o al teatro? Escogí el cómic porque pensaba que era el medio más adecuado para expresar mis ideas.” La segunda respuesta es más original y también más contundente: “Mis obras tienen una cubierta, tienen páginas, tienen un lomo. Por lo tanto sí hago libros. Libros de cómics. La diferencia con una novela, es que el texto viene acompañado de imágenes. Estas dos formas de comunicación van de la mano y funcionan de forma conjunta creando un lenguaje propio.”

A pesar de que estas ideas son tan obvias, la realidad es que el cómic sigue siendo considerado en el mejor de los casos un “pasatiempo ligero” o una “forma de diversión infantil”. Según la autora de Persépolis, se debe a que “en nuestro sistema educativo, se prima el lenguaje en detrimento de la imagen. Aprendemos a analizar textos literarios, pero no sabemos analizar un dibujo o una composición. No somos capaces de valorar qué hace que un dibujo sea bueno o malo. Todo ello, a pesar de que vivimos en una cultura de la imagen. Además, el acto de dibujar se asocia a la infancia. De niños todos dibujamos y cuando nos hacemos mayores –con la excepción de los que tienen vocación artística-, abandonamos esta actividad. Esto hace que un libro “con dibujos” tenga una connotación infantil. Por otro lado, la sociedad, que acepta la heterosexualidad y la homosexualidad razonablemente bien, tiene bastantes problemas con la bisexualidad. Los dibujantes de cómic somos ‘bisexuales’, porque no sólo queremos dibujar sino también escribir. La rigidez mental de mucha gente hace que solo puedan entenderse estos dos actos por separado, nunca juntos.” Sin embargo, ve el futuro del cómic lo con “optimismo” ya que cada vez hay “más publicaciones independientes y más oferta.” Como decía su amigo Chris Ware, “ahora hay muchos más cómics que poder odiar.”

Max Vento.
St. Louis, Octubre del 2006.

19/6/08

Retrato del Coronel Miller


El abuelo de mi novia cumple noventa y dos años. Casi nada. Le he hecho un pequeño retrato a lápiz que cuelgo aquí. Al igual que con los hijos de mi amigo, el truco está en que nadie sabéis qué aspecto tiene el retratado.

18/6/08

Críticas a Actor aspirante (7)

Esta reseña apareció en el Diario del Siglo XXI el viernes 22 de Febrero. La firmó Herme Cerezo.

"Actor aspirante" de Max Vento: el tebeo se hace adulto

Herme Cerezo



En el tebeo (o cómic) la portada es importante. Muy importante, mucho más que en una novela o una enciclopedia. Es un indicio claro, una pista, de lo que vamos a encontrar en el interior del álbum. Y por eso, por su portada, "Actor aspirante" cayó en mis manos. Los tonos suaves y apagados, que Max Vento empleó en su diseño, llamaron mi atención. De este modo tan sencillo comencé a hojearlo preñado de curiosidad.





Portada del cómic.


Realizado con trazos bastante simples, los relieves los obtiene Max Vento con los tonos del relleno, "Actor aspirante" se presenta encuadernado con tapa dura y aderezado con unas preciosas guardas que reproducen paisajes urbanos. Por todas partes leo que ha sido realizado en bitono y, salvo que mi vista présbica se haya tornado además daltónica, esta novela gráfica está iluminada con grises, negros, blancos y azules. Así que lo de la "bitonalidad" hay que cogerlo con pinzas.

"Actor aspirante" es un compendio de realidad. Nos cuenta la vida de Pablo, un aspirante a actor que no se fía ni un pelo de su agente y al que su novia Marta acaba de sumir en la soledad del abandono. Un buen punto de partida, sin duda. A partir de ese instante, por las viñetas del álbum – de distintos tamaños y concepciones – desfilará de todo: sus cultivados compañeros de la hamburguesería que, además de tostar pedazos de "Rat burguer" y freír aros de cebolla, se enfrascan en discusiones y charlas de elevado nivel cultural (las atrocidades de Lucrecia Borgia o los documentales sobre vanguardias artísticas), perseguidos por las diatribas que les propina el encargado del establecimiento ("... todo iba mejor cuando los universitarios no se veían obligados a trabajar en empleos basura"); su amigo Rafa, eterno escritor de un filosófico tocho, pastosamente titulado "Consecuencia, la clave de la vida", al que también su novia ha puesto de patitas en la calle; Marmoto, compañero de piso de Pablo, que más que aparecer en el álbum duerme en él; las frustraciones escénicas ("No era lo que buscaban"); las broncas con los clientes ("¡Espérese aquí y luego le atenderemos, caramba!"); la falta de inspiración para componer un monólogo ("¿Por qué no dejas de perder el tiempo y vienes a ver la tele?"); los castings con el sabor a derrota ("Han preferido otras opciones") ... y los sueños. Sueños imposibles, ansias de artista, deseos de elevación a la gloria universal.

Saben, mis improbables, si tradicionalmente el cómic (o tebeo) era género de aventuras, policial, de guerra o de humor, salpicado más adelante por la historia o la ciencia ficción, el porno y el cuento, con obras como "Actor aspirante" lo consuetudinario, el día a día, llega al noveno arte, ayudándole a consolidar su mayoría de edad, su condición adulta, un nivel que alcanzó hace ya muchos años. El tebeo (o cómic) ya no es únicamente animalitos, ni vaqueros, ni indios, ni soldados con metralletas, ni género negro trajeado con viñetas. No, el cómic (o tebeo) es un medio narrativo en sí mismo, como acertadamente lo definió Paco Roca en la entrevista que le hice tiempo atrás a propósito de su "Arrugas", otro álbum que transita la misma senda que "Actor aspirante".

Termino con un aspecto de esta obra que me parece relevante, porque pone la guinda y le da el toque final: la indumentaria de los personajes, plenamente vigente, que acrecienta la verosimilitud y actualidad del álbum de este dibujante valenciano, al parecer afincado en St. Louis (EE.UU.), donde se gana la vida impartiendo clases en un colegio. Una actividad, la docente, tan noble como dibujar tebeos (o cómics).

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"Actor aspirante", de Max Vento. Editorial Dolmen, 2007. 127 páginas, 15 euros.




Pincha aquí para ver la reseña en su contexto original.
Picha aquí para ver otras reseñas de Actor Aspirante

17/6/08

La mejor novela gráfica del año



Éste es el autor de la novela gráfica del año... según un artículo del New York Magazine. Se titula Bottomless Belly Button y ni siquiera es autobiográfica. Aquí se pueden ver las primeras veinte páginas.

Mudanza (3)

Por fin está organizado el nuevo espacio. Ahí van dos imágenes del estudio.


16/6/08

Siguiendo con Joe Matt


Después de poner varios links sobre Joe Matt descubro que una de las entrevistas que enlacé está traducida al español en la web de ENTRECOMICS. Pinchad aquí si queréis leerla.

15/6/08

Joe Matt: comedia autobiográfica.


Joe Matt es uno de los muchos autores del panorama independiente americano que ha optado por el género autobiográfico. No cree tener una vida especialmente interesante pero, según él mismo dice -y no sé cuánto habrá aquí de falsa modestia-, no sabe escribir ficción. En mi opinión, el trabajo de Matt supera a la mayoría de los autores que cultivan este género por lo elaborado unos guiones escritos con la solvencia de un maestro de la comedia, alguien que ha encontrado en el exhibicionismo una de forma de terapia (y de ganarse la vida). Nunca sabremos hasta qué punto los acontecimientos que narra en sus cómics corresponden a vivencias reales, en qué medida la autobiografía es un reflejo fiel de su día a día y cuánto hay de deformación o de caricatura. En toda su obra se juega con la confusión entre realidad y ficción, lo que no impide que muchos de sus lectores se tomen al pie de la letra lo que aparece en sus cómics. Llama la atención su habilidad para componer diálogos interesantes y el ojo que tiene para caracterizar a los personajes, siendo el propio Joe Matt un personaje de primera fila. Sus dibujos no son perfectos pero cumplen. El trazo es agradable y la expresividad de los personajes ayuda dar fluidez a la acción.


Podemos encontrar dos obras de Joe Matt en España publicadas por La Cúpula y traducidas como Pobre cabrón (The Poor Bastard) y Buen Tiempo (Fair Weather), ambas recopilaciones de su serie Peepshow. Si os apetece darle una oportunidad a este exhibicionista profesional, os recomiendo la primera. Las risas están garantizadas.


Os pongo una entrevista con el autor en forma de cómic dibujado por Noah van Sciver



Pinchad aquí si queréis leer otra entrevista más extensa.
Ésta es su página de Myspace.
En Wikipedia podéis ver su biografía y muchos más links.

14/6/08

Clásicos del New Yorker: Peter Arno y Charles Addams



Hace poco descubrí el trabajo de Peter Arno y Charles Addams, dos autores que ilustraron las páginas del New Yorker durante buena parte del pasado siglo(puede que recordéis al último por su Familia Addams que sirvió de base para dos películas de éxito y una serie de televisión). Si bien ambos comparten ese estilo elegante tan propio de los dibujantes del New Yorker, las diferencias en el trazo son notables: La pincelada de Peter Arno es inequívocamente impresionista –y expresionista-, ejecutada con soltura y rapidez; Addams, por otro lado, opta por una la línea más fina, limpia y precisa.

La familia, las relaciones de pareja, la infancia, las convenciones de la pequeña y gran burguesía… Los aspectos más contradictorios de la sociedad que les tocó vivir fueron retratados mordazmente por estos dos titanes del humor gráfico que, en su dilatada carrera, dejaron momentos inolvidables, como el del médico que, al teléfono desde su consulta, promete a su mujer conseguir el dinero que necesitan para satisfacer un capricho “sea como sea”, para asombro del paciente al que está atendiendo. O aquella abarrotada sala de cine donde un miembro de la familia Addams encuentra desternillante el drama que hace llorar al resto del público.






Si queréis saber más acerca del trabajo de estos autores os dejo unos cuantos links:

- Biografía de Charles Addams.

- Charlesaddams.com

- Artículo del New York Times dedicada a Charles Addams.

- Biografía y bibliografía de Peter Arno.

- Portadas del New Yorker por Peter Arno.

- Página de Peter Arno en Lambiek.

10/6/08

Nueva portada de Adrian Tomine para el New Yorker


Adrian Tomine es el responsable de la portada del último New Yorker que, además, cuenta con varias ilustraciones de Loustal en su interior. En esta reproducción no se aprecia bien el texto que aparece en el paquete que recibe la chica. Ahí esta la clave del dibujo, uno de mis favoritos hasta la fecha, aunque sus otras portadas tampoco desmerezcan.





Haz click aquí para ver otra entrada dedicada a Adrian Tomine en este blog.
Pincha aquí para acceder a la web de Adrian Tomine.

9/6/08

2000 Visitas

Desde que comencé el blog en Abril. Gracias por venir.

Póster de Obama por Shepard Fairey



Ahora que sabemos quién es el candidato demócrata a la presidencia de los EEUU parece el momento idóneo para compartir estos estupendos pósteres firmados por el artista americano Shepard Fairey .

Picha aquí para acudir a Obey Giant, web dedicada a trabajos y actividades de Shepard Fairey y aquí para acudir al blog dedicado a la "Campaña Obey Giant". Merece la pena la visita si quieres ver imágenes de este calibre:

say yes

7/6/08

Drawing Day


No os olvidéis de que hoy es Drawing Day. Un evento de proporciones mundiales.

Daredevil y Elektra

Así da gusto recibir cartas, aunque sean facturas.

Paperfodables



Si tienes mucho tiempo entre manos paperfoldables.com es la web idónea para ti. Imprime estos modelos y construye pequeñas figuras de papel. Algunas tienen mucha gracia, la verdad, pero yo me conformo con verlas en la pantalla.